sábado, 10 de octubre de 2015

Alexa Meade

"De alguna manera, la artista Alexa Meade es una pintora tradicional. Pero ella trabaja en un lienzo inusual: el cuerpo humano real y ella toma un concepto clásico - trompe l'oeil, el arte de hacer una representación bidimensional que luzca tridimensional -. y lo convierte en su pintura. Su objetivo es hacer lo contrario a lo que pretende un pintor, quiere llegar a colapsar la profundidad y hacer que sus modelos vivientes se vuelvan imágenes planas ". 

-PBS NewsHour 



lunes, 5 de octubre de 2015

Limpieza y cuidado de tus pinceles

Cómo limpiar brochas, pinceles y rodillos de pintura para que se mantengan en buen estado por mucho tiempo es un conocimiento fundamental si se va a invertir en herramientas de alta calidad y precio. Con un buen cuidado al final estarás ahorrando tiempo, energía y hasta dinero.
Estos métodos para limpiar brochas y pinceles son aptos para los tipos de pintura de uso más común siempre y cuando se hayan mantenido húmedos hasta el momento de su limpieza.


Cómo limpiar brochas y pinceles

Las pinturas al óleo, a menos que se mezclen con secativos, son de secado lento y uno puede tomarse una pausa sin preocuparse de que el pincel se vaya a secar en unas horas. Sin embargo, la pintura acrílica, por ejemplo, se seca rápido y si quieres hacer una pausa debes poner el pincel a remojo o mantener la brocha o el rodillo húmedo cubriéndolo herméticamente con un plástico.
Para empezar unos consejos básicos:
  • Elimina el exceso de pintura de tus herramientas con un trapo o papel primero.
  • Consulta las instrucciones de la pintura si no sabes con certeza si necesitas un disolvente o de qué tipo.
  • Presta especial atención a la limpieza del lomo de la brocha. Si se trata de un pincel mediano o pequeño puedes peinarlo con los dedos desde la férula al final de las cerdas. Para brochas grandes puedes emplear un peine de plástico o metal hasta que no queden restos de pintura.

  • Limpiar brochas de pintura al óleo
  • Usa agua caliente para limpiar y aclarar.
  • Repite el proceso de limpieza tantas veces como sea necesario.
  • Escurre y da forma al lomo cuando hayas acabado.
  • Déjalos secar y guárdalos sin deformar su lomo: en posición horizontal, colgados (en el caso de brochas con agujeros en el mango) o con las cerdas hacia arriba.
Algunas pinturas requieren disolventes para su limpieza. La pintura al óleo se puede disolver con aguarrás o esencia de trementina.
1. Vierte tanto disolvente como necesites en un tarro de cristal o metal (el aguarrás puede deteriorar ciertos plásticos). Por lo general hace falta muy poco, pero depende de las dimensiones de tu herramienta.
2. Sumerge el lomo del pincel o la brocha en el disolvente y ayúdate de movimientos rápidos o presionando contra las paredes y el fondo del tarro para desprender la pintura de las cerdas.
3. Limpia y seca los restos de disolvente con un trapo. Repite el paso anterior hasta que el pincel no tenga rastros de pintura.
4. Aclara el pincel con agua.
A tener en cuenta cuando trabajes con aguarrás:
  • El lugar debe estar bien ventilado.
  • Tápalo mientras no lo vayas a usar para evitar su evaporación.
  • Es reutilizable. Deja que los restos de pintura se poseen en el fondo (lo puedes limpiar con papel) y traslada el disolvente limpio a otro tarro cerrado.

Limpiar pinceles y rodillos de pintura al agua

Un truco de profesional para limpiar tus brochas y pinceles de pinturas al agua como la pintura acrílica es añadir un poco de suavizante para la ropa en el agua, pues esta es una sustancia tensiactiva que favorece la disolución de pinturas con base al agua.
1. Mezcla bien el suavizante con el agua en un recipiente. La proporción aproximada son 2 cucharadas soperas de suavizante por cada litro de agua o, lo que es lo mismo, 1/8 de suavizante por cada 4 unidades de agua.
2. Sumerge el lomo del pincel o la brocha y remueve bien por unos 10 segundos dejando que la pintura se pose en el fondo del recipiente. Para limpiar un rodillo prolonga el tiempo a 30 segundos y repítelo varias veces cambiando el agua si fuese necesario.
3. Opcional: Aclarar con agua.

Limpiar brochas y pinceles con jabón

Para la limpieza cotidiana de pinceles hay quien emplea exclusivamente jabón y agua, enjabonando y aclarando varias veces.
  • Jabón para pinturas al óleo: Un jabón desengrasante como los que se emplean para fregar platos.
  • Jabón para pinturas al agua: Un jabón neutro o artesanal fabricado con grasas.
También es posible utilizar primero uno de los dos métodos anteriores y hacer un último lavado con jabón.

Óleo casero

Materiales y herramientas para preparar pintura al óleo.



Pigmento seco en polvo. En las tiendas de bellas artes se venden paquetes con pigmentos ya pulverizados, pero también es posible crear tus propios pigmentos a partir de una materia prima.


¿Qué pigmento deberías comprar para producir tu primera pintura al óleo casera? Uno barato y con el que sea fácil trabajar, por ejemplo, un pigmento ocre inorgánico de origen natural. ¿Y la cantidad? Para tu primera mezcla te bastará con uno o dos cucharadas de pigmento en polvo, pero una mayor cantidad de permitirá producir más pintura al óleo para ser almacenada o probar otras recetas de pintura al óleo más complejas.
Aglutinante. Lo más sencillo, y por eso recomendable para principiantes, es utilizar como aglutinante aceite de linaza. La ventaja del aceite de linaza sobre otros aglutinantes es que combina muy bien con la mayoría de los pigmentos y se puede comprar directamente en una tienda de bellas artes.
La desventaja es que amarillea los colores del pigmento, por lo cual se recomienda reducir su cantidad en la mezcla al mínimo imprescindible y no emplearlo en la creación de pintura al óleo blanca (se puede sustituir en este caso por aceite de nuez).
Otros aglutinantes y aditivos aportan distintas cualidades a la mezcla y se pueden combinar en la producción de pinturas al óleo.
Superficie lisa y no porosa. Esta es la superficie sobre la que vas a mezclar la pintura al óleo. Las opciones más tradicionales son una lámina de cristal o una placa de mármol.
Espátula. La espátula se emplea en la manipulación inicial del pigmento y para recoger la pintura resultante. No importa si la espátula es de plástico o de metal con tal de que sea firme y, para evitar posibles daños, de punta redondeada.
Moleta. La moleta es más efectiva que la espátula para conseguir una pintura más fina y homogénea.
Tubo de pintura vacio. El tubo es opcional. No hace falta en absoluto para hacer la pintura, sino para almacenarla. No lo vas a necesitar si vas a crear pocas cantidades de pintura al óleo o emplearla inmediatamente.

Tutorial para hacer pintura al óleo paso a paso

1. Disponer el pigmento. Empieza por poner una cantidad pequeña de pigmento en polvo (una o dos cucharadas) sobre la superficie de trabajo que hayas elegido, lisa y no porosa, en forma de volcán.


Para manipular pigmentos en polvo se recomienda siempre precaución con su toxicidad (variable según su naturaleza), evitar el contacto directo (usar guantes, gafas de seguridad y la espátula en vez de las manos) y su inhalación (con una mascarilla y un extractor de aire).
2. Añadir el aglutinante. Cada pigmento tiene unas particularidades distintas: combina mejor o peor con un aglutinante en concreto, absorbe mayor o menor cantidad del mismo… Lo más sencillo para hacer pintura al óleo por primera vez es comprar como aglutinante aceite de linaza.
Vierte una pequeña cantidad de aglutinante dentro del volcán de pigmento. Los objetivos en este paso son controlar que el aceite no se disperse por la superficie de trabajo y, sobre todo, ser muy prudente con la cantidad de aglutinante (emplea bastante menos de lo que crees que será necesario) pues es muy fácil sobreestimar al principio cuánto hará falta.
3. Mezclar con la espátula. En este paso el objetivo es comenzar a humedecer el pigmento y conseguir como resultado una masilla que se desmigue con facilidad.


Para mezclar el pigmento y el aglutinante se utiliza la espátula recogiendo pigmento del exterior del volcán e introduciéndolo en el aglutinante en el centro para que vaya ganando cuerpo. Es decir, se va mezclando desde fuera hacia dentro lentamente para evitar en lo posible el vuelo de partículas del pigmento y que el aceite se desparrame.
4. Moler la masilla. Las moletas han sido diseñadas para que al ejercer presión sobre la masilla con movimientos circulares para dividir los grupos de partículas del pigmento, cubrirlas individualmente con el aglutinante y mejorar así su suspensión. En un lenguaje menos técnico, lo que se hace es moler la mezcla previa para que obtenga las características de la pintura.


Empieza poniendo una cantidad pequeña, aproximadamente una cuchara, de la masilla que has mezclado previamente en el centro de tu superficie de trabajo. Si te sobra masilla resérvala a un lado de mientras, pues tendrás que ir moliéndola al principio poco a poco.
Con la moleta presiona (no mucho si compraste el pigmento en polvo directamente) hacia abajo la masilla con movimientos circulares. La masilla se irá extendiendo sobre la superficie en una capa más fina a medida que su consistencia se vuelve aparentemente más húmeda y flexible que en el paso previo.


Si tienes una cantidad de masilla superior a una cucharada, tendrás que repetir este proceso por cada cucharada de masilla. Cuando consideres que has terminado de moler la primera, apártala a otro lado de la superficie que esté limpia y repite el proceso con el resto.
5. Rectificar la mezcla. Reúne de nuevo toda la pintura que has molido en el centro de la superficie y examina su consistencia. ¿Sigue siendo una masilla muy poco flexible? Entonces habrá que corregir la mezcla añadiendo más aglutinante. ¿Ahora tienes una pintura demasiado líquida que no mantiene la forma? La solución es añadir de nuevo más pigmento.


Repite los pasos anteriores recordando ser paciente y moderado con las cantidades.
6. Moler de nuevo. Incluso si la pintura parece no necesitar un nuevo ajuste de sus componentes, hay que repetir dos o tres veces más el paso de moler para mejorar la suspensión de las partículas hasta conseguir una pintura suave con una consistencia similar a la mantequilla en temperatura ambiente. A base de experiencia aprenderás a reconocer cuando la pintura está en su punto óptimo por su apariencia y comportamiento.
Ahora que ya tienes tu pintura al óleo casera puedes hacer tres cosas: pintar con ella, almacenarla en tubos de pintura o testar sus características.


Lienzo barato y perfecto

Si eres de esos pintores que no cuentan con un buen estado económico como para comprar lienzos y más lienzos para tus obras, sé práctico, económico y utiliza vidrio.

¿Vidrio? ¡Sí, vidrio!





Como pintora, te recomiendo que compres un porta-retrato para fotografías barato, el cual puedes encontrar incluso en supermercados. 









El vidrio, te servirá como el lienzo perfecto para tu obra de arte. Este no afecta el brillo ni las intensidades de los colores del óleo, al contrario, les da un toque brillante y esplendoroso debido a que el vidrio no absorbe la pintura, en cambio, la tela del lienzo sí lo hace. 





Incluso puedes guardar botellas de vidrio, frascos e incluso floreros para crear bellos diseños y bellas decoraciones para tu casa o regalos para ocasiones especiales.







Luis Felipe Noé


Luis Felipe Noé
Luis Felipe Noé, nació en Buenos Aires en 1933. Pintor neo expresionista que en 1961 formó parte de la corriente llamada: Nueva figuración argentina. Estudió leyes en la Universidad de Buenos Aires e integró, durante un tiempo, el taller de pintura de Horacio Butler, donde comenzó su carrera artística. 


Su pintura es considerada fragosa, ornamentada y exuberante, donde el caos es una de las temáticas germinales y favoritas. 

Ha realizado más de 40 exposiciones individuales en prestigiosos museos y galerías nacionales e internacionales como: Museo Nacional de Bellas Artes, Caracas (1968); Centro de Arte y Comunicación, Buenos Aires (1992); Museo del Palacio Nacional de Bellas Artes, México (1996) y Centro Cultural Borges, Buenos Aires (1998). Noé ha recibido numerosos galardones, algunos de ellos son: Premio Nacional Di Tella (1963), Beca Guggenheim (1965 y 1966), Premio a la trayectoria artística de la Asociación Argentina de Críticos de Arte (1984), Gran Premio Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires (1997) y Premio Rosario a la trayectoria, Argentina (2000). Además de su dedicación a la pintura, realizó trabajos como crítico y teórico de arte en diversos diarios y revistas. Su obra forma parte de importantes museos y colecciones privadas de Argentina y del extranjero.



Luis Felipe Noé, Nada es verdad, todo es mentira II, 1977, técnica mixta sobre tela, 130 x 195cm

Larga vida a nuestra Frida


Cuando era una jovencita, el convertirse en una pintora no era parte de los objetivos en la carrera de Frida. Su objetivo en la vida era el convertirse en un médico pero un trágico accidente a la edad de 18 años la dejó mental y físicamente herida de por vida. Cambio el curso de su vida para siempre.


Fue durante sus meses de convalecencia cuando Frida empezó a considerar la pintura seriamente…"para combatir el aburrimiento y el dolor" dijo. "Sentí que todavía tenía suficiente energía para hacer algo diferente de estudiar para convertirme en un médico. Sin prestarle ninguna atención especial, empecé a pintar". Fue el principio de una carrera para Frida que duraría toda su vida.



Además de unas pocas clases de arte en el Instituto y de revisar libros de arte de la colección de su padre, Frida no tuvo formación artística formal. Mientras Frida desarrolló sus habilidades artísticas, sus pinturas avanzaron hacia su propio y único estilo, fuertemente influenciado por otras personas, artistas, culturas y la vida en general. Ella experimentó con diferentes estilos y temas y sacudió el mundo del arte con sus trabajos de estilo "surrealista" y pinturas con referencias sexuales.







Una mañana lluviosa en Coyoacán, México, Frida Kahlo nació en la casa que su padre construyó unos pocos años antes. Su relación con su padre era muy cálida y cercana, pero en contraste, su relación con su madre era muy fría y distante y permaneció así a lo largo de sus vidas. A la edad de 18, Frida estuvo envuelta en un terrible accidente de autobús que cambió su vida para siempre. A la edad de 22 años se casó con un hombre con tendencia a la infidelidad, 21 años mayor que ella. Su turbulenta relación sobrevivió a través de los buenos tiempos, malos tiempos, a través de divorcio y una segunda boda. Infidelidades, vida en común y a veces separados. Como resultado del accidente de autobús y tres abortos, Frida no tuvo hijos y a menudo se volcó en sus muñecas y sus mascotas para consolarse durante tiempos de desesperación y soledad. Fumó, bebió, a menudo usaba lenguaje vulgar en fiestas para escandalizar a sus amigos y no le importaba el distorsionar la verdad para embellecer algunas de las historias que contaba.




Raíces



Ella pintó su propia realidad, dijo, y viajó por el mundo para mostrar y algunas veces escandalizar al mundo del arte con sus trabajos creativos. A veces vivió en dos mundos diferentes y se hallaba divida entre su amor por Diego y su amor por su nativo México. Era políticamente activa pero no siempre "políticamente correcta" y al final de su vida dedicó sus pinturas a sus convicciones políticas. Sufrió mas de 30 operaciones a lo largo de su vida que la dejaron con cicatrices físicas y mentales. A pesar de los años de dolor y sufrimiento, continuó haciendo lo que le gustaba hacer…pintar. Una vez, mientras estaba hospitalizada dijo "Cuando salga de aquí, hay tres cosas que quiero hacer…pintar, pintar y pintar".Y eso es lo que hizo. Aunque más de una vez consideró la idea del suicidio, fue su amor por Diego y su pasión por la pintura lo que la mantuvo viva. Al final, fueron los narcóticos que tomaba para sobrevivir los que mataron su habilidad de pintar. Una noche lluviosa en Coyoacán, México, Frida Kahlo falleció en la casa donde nació 47 años antes.






Fue una vida extraordinaria para una mujer extraordinaria. Aunque Frida se ha ido, su legado vive en más de 200 cuadros, dibujos y esbozos que dejó detrás suyo. No podemos ver sus pinturas solo como autorretratos o naturalezas muertas, sino que hay que buscar el autentico significado y emociones escondidos detrás de la pintura…


"Larga Vida a Nuestra Frida"


                                            

Pincel de abanico

El pincel de abanico tiene una función muy específica en el óleo.
En este tipo de pinceles, el pelo natural es mas adecuado para pincelada suave, y el pelo sintético es preferible para pinceladas con textura.
Los pinceles de abanico son muy útiles para suavizar las pinturas, conseguir efectos de fundido, así como efectos especiales y texturas.


Una buena función es al pintar hojas de arbustos y árboles en pinturas de paisajes.

En las hojas del árbol podemos ver pinceladas realizadas con el pincel de abanico.
Este efecto se logra con pintura suficiente en el pincel dando pequeños toques en el área que se quiere texturizar.